Recortes y sindicatos en FGV (Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana)

Frente a los nuevos gráficos que realizó la empresa, se le ofreció a los sindicatos la posibilidad de hacerlos nuevamente dejándolos más apañados, pero siempre sin salirse ni un ápice de las nuevas variables impuestas.

Ante esta situación, los dirigentes decidieron realizar asambleas de maquinistas por líneas, para que en cada una se decidiera si aceptaban o no los nuevos gráficos, y en caso de aceptarlos, qué modificaciones realizar.

El hecho de dividir las asambleas por categorías y por líneas es un error. Es necesario mantener siempre la unidad de todos los trabajadores en todas las situaciones. La unidad es lo que nos da la fuerza. Y en este caso se debía haber realizado una Asamblea General, habiéndose planteado esta cuestión como un nuevo ataque a todo el colectivo de trabajadores de FGV. Un ataque más, dentro de un contexto marcado por el hecho de que llevamos más de dos años sin renovar el convenio, por los diferentes golpes que hemos recibido que han supuesto importantes retrocesos en nuestras condiciones laborales, y por la reducción del 5% en nuestros salarios que también nos aplicaron a pesar de no tener categoría de funcionarios.

A la Asamblea de maquinistas del tranvía acudieron representantes de los tres sindicatos mayoritarios de la empresa, UGT, SIF (Sindicato Independiente Ferroviario) y CCOO. Por parte de UGT y CCOO se personaron los secretarios de sus respectivas ejecutivas en FGV.

La postura oficial de los sindicatos quedó clara desde el principio. Lo mejor para ellos era aceptar los recortes y realizar los arreglos que nos permitieran en los gráficos. Dos compañeros nos opusimos firmemente a esa postura y pedimos explicaciones a los dirigentes sindicales durante un largo y tenso debate. En realidad, este tipo de situaciones son una consecuencia lógica de la política desmovilizadora del mal menor que vienen practicando nuestros sindicatos desde hace años.

Al final, se votó por aceptar la negociación, quedándonos en minoría los compañeros que estábamos en contra. Y, aunque es cierto que los dirigentes sindicales se salieron con la suya, es importante también el hecho de que hubo compañeros que pudieron presenciar cómo se defendía sin miedo una política sindical diferente a la de la dirección, y que en vez de hablar de concesiones y derrotismos se resaltaba la solidaridad y la confianza en nuestras fuerzas.

Hay que mantener la unidad de todos los trabajadores de FGV y vincular nuestra lucha a las de las demás empresas de la Comunidad Valenciana del sector público y privado que se ven en situaciones similares, y también a todos los sectores  de la sociedad que están siendo afectados por el hundimiento del sistema. Ese es el auténtico sindicalismo de clase que hay que defender. Solo por este camino conseguiremos hacernos fuertes para hacer frente a la difícil situación que atravesamos los trabajadores.

Para terminar, tengo que hacer mención a la enorme satisfacción personal que produce el hecho de que haya compañeros que están viniendo a darme las gracias por defenderlos en la Asamblea, frente la dejadez de sus dirigentes sindicales. Esto aumenta más si cabe mi convicción de que estamos en el camino correcto y de que hay que seguir defendiendo y explicando pacientemente estas ideas hasta el final dentro de nuestras organizaciones.

MAQUINISTA DE LÍNEAS 4 Y 6 DE FGV VALENCIA

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