bancos

¿Qué hacer con los bancos?

En 2008, cuando estalló la «burbuja especulativa» de los créditos bancarios – en el sector inmobiliario y otros muchos sectores -, los bancos recurrieron a los Estados para salir a flote. Tras su elección en 2007, Sarkozy justificó los ataques contra las pensiones, la educación, la sanidad y todos los servicios públicos con el argumento de que las arcas públicas estaban «vacías». Pero, milagrosamente, se encontraron decenas de miles de millones para los bancos. Cuando la especulación genera ganancias, los bancos se la guardan. Cuando produce pérdidas, ¡Es el Estado el que compensa!

Después de haber especulado con la deuda de Grecia y la de otros muchos países, los banqueros están exigiendo medidas implacables para reducir el gasto público. Cuanto menos dinero se gaste en sanidad o en pensiones, más dinero habrá para rescatar a los bancos. También conocemos la codicia de los bancos en el manejo de las cuentas privadas. Las comisiones e intereses que se imponen a los individuos – en constante aumento – aportan grandes sumas de dinero. En el caso del banco Crédit Lyonnais (LCL), por ejemplo, esto representa el 47% de su facturación. Cada mes, prácticamente todos los salarios de los trabajadores no se ingresan primero a los propios trabajadores, sino a los bancos, que usan y abusan de estos bienes gigantescos para enriquecerse.

El programa del Frente de Izquierda

El programa de La Riposte reivindica la nacionalización de todos los bancos, aseguradoras y organismos de crédito. Este programa todavía no genera unanimidad dentro del movimiento obrero, ni siquiera dentro del Partido Comunista. Durante años se dejó de reivindicar la nacionalización desde la dirección del PCF. Incluso aprobó las privatizaciones bajo el gobierno de Jospin. Hasta hace poco, las resoluciones de las secciones y federaciones del partido que reclamaban la nacionalización de los bancos eran ignoradas sistemáticamente por los órganos de dirección.

El programa del Frente de Izquierda, Lo humano primero, recupera en lo esencial las ideas y propuestas del PCF del último período. Este programa propone someter «bajo control social” a los bancos capitalistas que «no cumplan con las nuevas regulaciones en la lucha contra la especulación…». Es una fórmula un tanto absurda ¿Podemos imaginar un banco capitalista luchando contra la especulación? El programa también propone la «creación de redes» de los bancos públicos nominalmente, tales como la “Caisse des Dépôts”, la “Banque Postale” y el “Crédit Foncier” – y «la nacionalización de bancos y compañías de seguros”. «De bancos» y no «de los bancos». De nuevo, esta fórmula es demasiado vaga. Después de todo, ¡No hay muchos! La mayor parte de la banca privada está en manos de cinco bancos. ¿Cuáles se deben nacionalizar? ¿Cuáles se deben dejar en manos de los capitalistas? ¿Y de acuerdo a qué criterios?

La experiencia del Gobierno de Mitterrand

Nos recuerdan a veces los compañeros que Mitterrand nacionalizó bancos y que esto no “cambió nada». En efecto, las nacionalizaciones que se llevaron a cabo bajo el Gobierno del PS-PCF (1981-1984)  apenas alteraron el funcionamiento de la economía. Pero esto se explica por la forma en que se llevaron a cabo. Estos bancos “públicos” funcionaban de la misma forma que antes y estaban dirigidos por servidores experimentados de los intereses capitalistas. Competían entre sí y con la banca privada. Participaban en operaciones especulativas y asuntos políticos-financieros – incluso militares como en África y en otros lugares – con el mismo cinismo y codicia que cualquier banco privado.

Sin duda, no queremos repetir esta experiencia. Sin embargo, no debería llevarnos a tirar todo por la borda. Tenemos que nacionalizar de manera diferente. Debemos nacionalizar todos los bancos, todas las compañías de seguros y todos los organismos de crédito. Debemos consolidar los diferentes bancos capitalistas en un solo banco nacional, verdaderamente público, que no cotice en bolsa ni participe en las actividades especulativas de los mercados financieros. Este banco ofrecería a los usuarios un servicio de calidad y eliminaría todos los cargos y comisiones abusivas. La unificación de los bancos se debería hacer con el mantenimiento íntegro de los puestos de trabajo en el sector, y poniendo fin a las condiciones opresivas de los empleados, los contratos precarios, etc. Además, habría que establecer un verdadero «control social» de las actividades y de la gestión de esta banca nacional, con la participación del gobierno, los trabajadores del sector bancario y los sindicatos. Sería necesario también expropiar a los dueños de las compañías privadas de seguros y hacer una sola compañía nacional que cubriera todos los tipos de seguros, poniendo fin a los fraudes y abusos que caracterizan a estas aseguradoras capitalistas.

Estas nacionalizaciones deben hacerse sin compensación alguna a los grandes accionistas y propietarios. Sólo los «pequeños accionistas» que lo necesitaran serían indemnizados. No indemnizamos a los ladrones. Por último, la nacionalización del sector bancario, en sí misma, por sí sola, no permitiría planificar la economía democráticamente. Por eso, también se debería nacionalizar la mayor parte de la industria y el comercio, igualmente bajo control democrático, y eliminar la Bolsa de Valores. Sobre esta base, se podría acabar con el capitalismo y avanzar hacia la plena emancipación social de los trabajadores en este país ¡Y dar un buen ejemplo a seguir al resto de Europa!

Puedes enviarnos tus comentarios y opiniones sobre este u otro artículo a: [email protected]

Para conocer más de la OCR, entra en este enlace

Si puedes hacer una donación para ayudarnos a mantener nuestra actividad pulsa aquí