Procavi: Frente a los atropellos, organización y movilización popular
Gran impacto social en la comarca tras difundirse las condiciones de trabajo – Esta semana hemos publicado un artículo exponiendo la grave situación de atropello de derechos labores que se vive en la planta de producción de Procavi en Marchena (Sevilla). Desde entonces hemos visto cómo se ha compartido y visitado miles de veces dicho artículo reflejando el enorme impacto del mismo. Hemos recibido numerosos mensajes de agradecimiento por parte de muchos trabajadores por exponer a la luz pública lo que los medios de masas no publican sobre la realidad que sufre cotidianamente la clase trabajadora.
Es un motivo de orgullo para nosotros haber contribuido a romper el cerco informativo interesado en favor de la empresa. Este ha sido hasta ahora un elemento que dificultaba la tarea de constituir una sección sindical para la defensa de los intereses colectivos de los trabajadores de toda la planta.
Sabíamos que ha habido intentos previos de formalizar esta sección y que han sido cortados de raíz por la empresa acudiendo al simple mecanismo de sembrar el terror mediante despidos selectivos, pero en esa ocasión la indignación y el apoyo social puede cambiar la situación en favor de los trabajadores. La avaricia de la empresa no tiene límites a la hora de estirar la jornada laboral, aumentar los ritmos y de despreciar cualquier derecho básico a pesar de que están marcando récords en ganancias.
Han establecido un régimen interno donde cualquier incidente lo pagan los trabajadores: si alguien se da de baja, lo suplen los demás alargando su jornada. Si la empresa decide despedir a cualquiera por cualquier motivo, lo hace y punto. Si la empresa quiere imponer normas para establecer barreras de contacto entre las distintas áreas para fomentar la división, lo hace. Si mañana observan que un sector de la empresa tiene que pasar de 10 horas a 11 y media, o 16, lo hace y, si no: “esto es lo que hay”, que es la expresión favorita de la cadena de mando que ha montado. Si hay que aumentar el ritmo, igual.
Han llegado testimonios a esta redacción que exponen casos de desplome físico después de varios días doblando turnos. En más de un caso esto ha acabado en accidente laboral grave con varios días de convalecencia.
Otro tipo de testimonios nos hablan de las afecciones musculares graves, de huesos y tendones que sufren lesiones crónicas, debido a las condiciones de trabajo sufridas desde el inicio de la incorporación al puesto de trabajo debido al ritmo impuesto por la cadena de matanza y despiece (2500 pavos/hora). La presión psicológica llega al extremo de que el encargado marca el ritmo, cronómetro en mano, en la línea de producción. El uso indiscriminado de cámaras de vigilancia (sin señalizar casi siempre) contribuye a lo mismo. Estas son las causas de numerosos casos de baja por ataques de ansiedad.
También es de resaltar que el sistema de contratación está basado directamente en el “trabajo esclavo”. Es decir, cada aspirante llega a las instalaciones y trabaja durante un mes o dos meses gratis bajo el pretexto de recibir “cursos de formación” sin percibir ningún salario. Esto se ha traducido algunas veces en el esperpento de que alguien que estaba cobrando la ayuda mínima de los 426 euros ha dejado de recibirla por incorporarse a la actividad aunque no haya cobrado nada. Como colofón, después de esta “incorporación” nadie tiene asegurado que vaya a ser contratado.
Podríamos llenar páginas enteras con casos de abusos de todo tipo. Las demandas legales no existen porque hay una situación de miedo a perder el único medio de vida del que se dispone con una alternativa nula fuera de la empresa, debido a las altas tasas de paro de la zona (siempre por encima del 30-35%). La empresa sin duda, conoce esto y está haciendo grandes negocios en base a este miedo y a perfeccionar a lo largo de años sus prácticas de explotación.
Esta es la explicación de cómo han llegado a convertirse en el principal proveedor de pavos de las principales cadenas de distribución alimenticia: son el líder a nivel del territorio español y están en cuarta posición de toda Europa.
Sus dueños ganan millones para darse la gran vida, mientras los trabajadores son tratados como animales y condenados a padecer sufrimientos y secuelas físicas el resto de sus vidas.
¿Pero es posible cambiar la situación?
Desde estas líneas insistimos en que sí es posible. Y que son los trabajadores de Procavi y de sus subcontratas, y el pueblo de Marchena, quienes tienen la fuerza y el apoyo social suficiente para cambiar esto. No todos son problemas para quienes sufren la situación, tenemos oportunidades para poner fin a la misma y dignificar las condiciones de trabajo:
1.Crear un Comité de apoyo popular. Se puede organizar la solidaridad de familiares y del resto de la población. En toda la zona hay conciencia generalizada de las malas e injustas condiciones que hay en la fábrica. Es raro el caso de gente que no conozca a alguien que trabaje allí y que describa lo que se refleja en estas palabras. Hay decenas de movimientos sociales en la zona y organizaciones vecinales, obreras y de izquierda que estarían dispuestas a participar y colaborar.
2.Se puede recabar la solidaridad del resto de trabajadores de la zona. Hay que explicar que es un peligro para cualquier trabajador que la patronal logre establecer como algo normal y aceptable las condiciones de trabajo y salarios que imponen. Si esto fuese así, ¿qué línea seguirían las demás fábricas del entorno, especialmente las del sector de la aceituna donde hay una creciente subcontratación y precarización? En este sentido, es un problema colectivo de todos los trabajadores.
3.La empresa tiene facilidad para sembrar su terror porque cuenta con la falta de acción y de voluntad de las instituciones que la obliguen a respetar los derechos de los trabajadores. Es hora de hacer llegar a los parlamentarios, concejales y alcaldes, y demás cargos públicos de la izquierda, la horrible situación que se vive y de pedirles que pongan voz a la situación ante el público general.
4.La empresa tiene importantes contratos de producción con grandes firmas (Mercadona y El Pozo). En 2015 facturó un 16% más que en 2014, 235 millones de euros. Ahora ha firmado acuerdos de exportación con Tailandia. Tiene recursos más que suficientes para atender las demandas justas y de sentido común de los trabajadores, reduciendo los infernales ritmos de trabajo, respetando los días y horarios de descanso, contratando a más trabajadores y terminando con la precariedad laboral que produce la subcontratación. La salud de la trabajadores debe estar antes que la codicia empresarial.
Es necesario hacer llegar bien claro un mensaje al entramado empresarial, mediante un fuerte cordón de solidaridad que combine la presión coordinada de todas las herramientas a nuestro alcance: movimientos sociales y vecinales, representantes parlamentarios, cargos públicos, prensa y redes sociales. Ningún intento de tomar represalias contra aquellos trabajadores que decidan dar el paso de organizar la reivindicación de la dignificación de las condiciones debe quedar impune.
Un ataque, un despido, una amenaza, ahora sí, serían respondidos como si fuera dirigido al conjunto de la población de la comarca.
En este sentido recordamos que ya hace 6 meses hubo una primera movilización por el Empleo y la Dignidad de la comarca (Marcha del 13 de Marzo) que representó un modelo de colaboración colectiva entre muchas organizaciones sociales y políticas de la izquierda. Si fue posible organizar aquello partiendo de cero, ahora tenemos la posibilidad de dar un paso adelante en base a situaciones concretas como la de esta empresa, que afectan directa e indirectamente a muchos miles de personas.
Es falso que no se pueda crear empleo con derechos. Una mentira interesada para esconder los altos beneficios que se obtienen por parte de los socios del entramado empresarial. Hay necesidad creciente de personal que debe ser satisfecha mediante una incorporación que garantice para empezar:
· Fin de la subcontratacion, todos a la empresa matriz, Procavi. Como primer paso, iguales condiciones para todos los trabajadores que en la empresa matriz.
Desde esta redacción, a través de los colaboradores y simpatizantes de los pueblos de alrededor, nos comprometemos a permanecer al servicio de toda iniciativa que ayude a dar pasos concretos en la respuesta a una situación cada vez más inmantenible y de degradación de derechos.
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