Masiva movilización a la Puerta del Sol en apoyo a la moción de censura de Unidos Podemos
Foto: Podemos
Pese al tórrido calor y el sol de plano que caía sobre la plaza, los asistentes aguantaron y celebraron con entusiasmo las 3 horas de discursos y música, mientras los más afortunados se guarecían en los escasos espacios sombreados, hasta que el sol cedió generosamente un amplio espacio de la plaza en el último tercio del acto.
La burguesía, sus medios de comunicación, y los políticos del régimen habían querido apostar a un fracaso de la convocatoria de Unidos Podemos en apoyo a la moción de censura contra el gobierno de Mariano Rajoy, sepultado en innumerables casos de corrupción y merecedor del odio popular por sus políticas antiobreras y antisociales. Pero mordieron el polvo. En las fotografías de las ediciones online de sus medios no tuvieron más opción que mostrar una plaza repleta de gente.
En el acto se sucedieron una docena de oradores, mezclando las intervenciones de dirigentes políticos de Unidos Podemos: de En Marea, de En Común Podem, de Izquierda Unida y de Podemos; junto a dirigentes obreros y sociales, como representantes de los bomberos, de los estibadores, de Coca-Cola, de la sanidad pública, de la juventud y hasta un veterano representante de la Unión Militar Democrática antifranquista, encarcelado por la dictadura.
Foto: José Camó
El acto lo inició el compañero Pablo Echenique, que hizo la presentación del acto, tras lo cual actuó el cantautor Víctor Lemes que amenizó el evento con un popurrí de canciones ingeniosas y satíricas con la política y la corrupción del gobierno del PP, que hicieron las delicias de los congregados.
Todas las intervenciones fueron muy aplaudidas, cortadas regularmente al grito de “Sí se puede”, “ladrones”, “que no nos representan”. “el pueblo unido jamás será vencido”, entre otras.
Lo más relevante fue el sentimiento de izquierdas y de clase clarísimo, que se respiraba en el ambiente. Cuando Alberto Garzón, uno de los oradores, mencionó la II República, toda la plaza estalló con el grito de: “España mañana será republicana”, tan coreado durante los primeros años de La Transición, hace 40 años. Tras la intervención de la trabajadora de Coca-Cola, que terminó su intervención con el grito de: “Que viva la lucha de la clase obrera”, todos los congregados unieron su propio grito al unísono.
Foto: José Camó
Debemos destacar la intervención del representante de los estibadores, Sebas Huguet –a quien entrevistamos unas semanas antes para nuestra revista impresa Lucha de Clases– que fue muy celebrada, asegurando que la palabra “rendición” no era una opción para ellos, ante el ataque del gobierno y las multinacionales que quieren desregular las condiciones laborales de los puertos. Llamó a la unidad de todos los sectores en lucha.
Alberto Garzón recibió una gran ovación cuando fue presentado. Combinó su habitual tono didáctico con frases muy combativas. Como él mencionó, hay que echar al PP no sólo por la corrupción sino por su política antisocial, y señaló al capitalismo como el mal principal que asola a la sociedad y a la humanidad.
Sin duda, la intervención más esperada y celebrada fue la de Pablo Iglesias. Desplegó su estilo agitativo y combativo, denunciando todas las tramas de corrupción, no sólo las del PP, también la de los grandes empresarios, las que afectan a la familia real y por encima de todo apuntó al verdadero poder en el país la oligarquía económica de las empresas del IBEX35. Denunció cómo el PP ha convertido las instituciones estatales y el aparato judicial en su cortijo particular, saqueando sin miramientos los recursos públicos. Podrá decirse lo que quiera de Unidos Podemos y de sus dirigentes, pero hay que reconocer que nunca antes en la izquierda española se había denunciado con tanta radicalidad a los verdaderos poderes fácticos que dominan el país, y por eso nunca antes había estado tan preocupada la clase dominante ante un movimiento político como el de Unidos Podemos.
Foto: José Camó
Pablo Iglesias tuvo palabras de aliento para la clase obrera, los pensionistas, la juventud, los desempleados, los emigrados y los autónomos. Hubo, no obstante, desde nuestro punto de vista, mensajes contradictorios, ya que en su defensa también de los medianos empresarios no podemos olvidar que aquí se encuentran una gran parte de los explotadores de la clase trabajadora que aplican con la misma diligencia que los grandes, las reformas laborales de PP-PSOE y la precariedad laboral. También creemos que hubo un abuso de términos como “patria” y “España”, quizás con la pretensión “astuta” de querer contrarrestar la imagen de “subversivos” de nuestros enemigos, y pretender así hablar en nombre del conjunto de la nación, algo imposible en una sociedad dividida entre explotadores y explotados. Un concepto excluyente como “patria” no despierta emoción ni entusiasmo alguno en los trabajadores españoles, afortunadamente, además de estar asociado fuertemente y con toda justicia al franquismo y a la derecha. Un mensaje más potente que el exclusivismo nacional debe ser alentar la unidad y la lucha de todos los oprimidos del mundo contra los explotadores y criminales de todos los países y continentes. Si algún contenido progresista mantiene aún la idea de la “soberanía nacional”, debe ser ésta: que la riqueza de la nación sea propiedad de la nación entera, para planificarla y utilizarla en bien del interés general, y no del puñado de oligarcas y sus 200 familias que controlan la economía del país a su antojo, por medio de sus marionetas políticas en el PP, Ciudadanos, el PNV, el PdCat y la dirección actual del PSOE.
Hay que reconocer la decisión y valentía de los dirigentes de Unidos Podemos de organizar y mantener la convocatoria de ayer. Había el riesgo de que se enfriara el ambiente, después de 20 días de anunciada la presentación de la moción de censura. Quizás habría que haber organizado actos locales previos como preparación de esta movilización. Sin duda, los casos de corrupción de las últimas dos semanas dieron fuelle a la movilización de ayer y el hartazgo de un número creciente de personas, y por tanto también contribuyeron al éxito del acto de la Puerta del Sol.
Foto: José Camó
El público salió muy satisfecho del evento y con la convicción de que somos más fuertes y que el final del gobierno de Rajoy está más cerca aunque la moción de censura no prospere, pues su objetivo no es otro, y es correcto, que aprovechar las instancias parlamentarias para denunciar la crisis de régimen que vivimos y oponer una alternativa para la transformación de la sociedad, aprovechando la atención y el interés de millones de personas en el debate que tendrá lugar.
Lucha de Clases estuvo presente en el acto. Instalamos nuestra propia mesa con nuestras publicaciones y otros materiales, con un gran éxito en la difusión de nuestras posiciones a través de la revista impresa, libros, folletos y camisetas.
Se percibe un cambio en el ambiente, un nuevo giro a la izquierda, un incremento de la indignación y la movilización social, parejo al descrédito de los partidos del sistema. Unidos Podemos debe sacar todas las lecciones de la experiencia pasada, deoír las voces catastrofistas de nuestros enemigos, ensanchar sus bases y propicar el debate político en las mismas, y servir de cauce para la expresión de cada lucha y de cada rebelión contra las injusticias del sistema.
Ahora, la tarea más inmediata es contribuir a preparar el éxito de la próxima movilización de masas como es la Marcha de la Dignidad del sábado 27 de mayo en Madrid, que será una continuación del gran acto político de masas del que fuimos testigos ayer en la Puerta del Sol.
Puedes ver completo el acto de la Puerta del Sol, en este enlace: https://www.facebook.com/ahorapodemos/videos/765357586954316/
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