El aislacionista Trump ha cambiado radicalmente. En lugar de su promesa de no intervenir en Oriente Medio, a comienzos de abril utilizó la indignación causada por un supuesto ataque químico contra civiles en Jan ShayJún en Siria para lanzar 59 misiles de crucero contra una base aérea del gobierno sirio. La Casa Blanca se apresuró a anunciar que la acción enviaba una contundente señal no sólo a Assad sino al resto del mundo.