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Las expectativas en la reciente reunión del G7 no eran altas, pero el resultado fue incluso peor de lo esperado. Por primera vez, el G7 terminó sin una declaración conjunta, y con Trump arremetiendo contra Canadá y la UE. La cumbre en Corea del Norte, por otro lado, terminó con todas las sonrisas y una declaración conjunta que prometía paz, desnuclearización y seguridad.

En la última semana, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump anunció su intención de aumentar los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio, amenazando con iniciar una guerra comercial peligrosa con el resto del mundo. Esta podría hundir a la economía mundial en otra profunda depresión. Los comentarios recientes de Trump en Twitter constituyen nada menos que una declaración de guerra comercial - del país capitalista más poderoso del mundo.

El jueves 31 de mayo venció la fecha para llegar a un acuerdo comercial de Trump con Canadá, Japón, México y la UE. Trump anunció su decisión de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de estos países. Así, Trump pretende dar marcha atrás a la globalización. El sábado se celebró una reunión de los ministros de finanzas del G-7, quienes, a excepción del ministro estadounidense, expresaron su "preocupación y desilusión unánimes" por la decisión de Estados Unidos.

Después de imponer fuertes tarifas en los paneles solares, lavadoras, acero y aluminio, Trump está ahora buscando pelea con China. Sus últimas propuestas apuntan a exportaciones chinas por valor de 60.000 millones de dólares y amenazan con una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.

Stephen Agnew analiza la cuestión de la esclavitud moderna que se da en todo el mundo en forma de trabajo forzoso y explotación sexual

Cuando pensamos en la esclavitud, recordamos inmediatamente los horrores del comercio transatlántico de esclavos, que alcanzó su apogeo en los siglos XVIII y XIX. Pero mientras que la esclavitud de tal dimensión y atrocidad ha sido relegada a los libros de historia, nunca ha sido abolida en todas sus formas. De hecho, hoy en día hay más esclavos en el mundo que en el momento álgido de la trata de esclavos en la era colonial.