Grecia:¡La rabia revolucionaria transforma desfiles en protestas!
El 28 de octubre es dia de la Fiesta nacional en Grecia, en la cual se celebra el día del «OXI» (No), el rechazo de Grecia en 1940 de aceptar el ultimátum dado por la Italia de Mussolini para permitir a las tropas italianas fascistas entrar en el país. Las fuerzas griegas no solo pararon la invasión italiana, sino que hicieron retroceder a las tropas de Mussolini hacia Albania. Cada año se celebra como el día » del orgullo nacional «. ¡No este año!
Las masas tomaron las celebraciones y las usaron para expresar su cólera contra la clase dirigente griega. Aquí publicamos un informe de Atenas escrito durante el día de las «celebraciones».
Hoy 28 de Octubre de 2011 ha ocurrido un fenómeno sin precedentes en Grecia. En un periodo normal de paz social el aniversario nacional hubiese ofrecido a la burguesía una gran oportunidad de crear un clima de unidad nacional que distrayese a las masas trabajadoras de la realidad de la explotación. Altos mandos militares sentados en altas tribunas por encima de la gente común, disfrutando de su status oficial, dan discursos banales junto a los desfiles que simbolizan la lealtad al poder. Pero hoy no ha sido el típico aniversario nacional.
En la mayoria de las ciudades, entre Creta y Evros, «el ritual» ha cambiado dramáticamente. En vez de ciudadanos pacíficos llenos del orgullo nacional, hemos visto a gente ordinaria de todas las edades expresando su cólera revolucionaria contra los políticos ladrones que legislan, provocando la destrucción de su nivel de vida. En vez «de funcionarios» orgullosos que saludan a la muchedumbre, hemos visto a personas muy pequeñas, incómodas en sus asientos, que eran alejadas por sus guardaespaldas cediendo así sus asientos en las tribunas a pensionistas enfadados, trabajadores despedidos y amas de casa. En vez » de la juventud orgullosa desfilando en honor del poder del Estado, vimos a los estudiantes girar sus rostros lejos de las tribunas o mostrando el gesto griego de cinco dedos «a los funcionarios», expresando así la aversion innata que sienten hacia ellos.
Esta onda espontánea de hostigamiento hacia ministros y diputados, tanto de PASOK como de la Nueva Democracia, en los desfiles fue repetida en todo el país. Había protestas masivas y dinámicas en Patras, Volos, Rodas, Trikala, la isla de Corfú, Veria, Kalamata, Iraklion, Kozani, Trípoli, Nafplio, Pyrgos, Agioes Nikolaos, Rethymno, Serres, Larissa, Pireo, Atenas y, en particular, Thessaloniki. (mirar Euronoticias).
En Atenas, la policía impidió violentamente que miles de manifestantes llegaran al lugar del desfile, mientras muchos estudiantes marchaban con brazaletes negros. Pero donde las protestas alcanzaron su punto más algido fue en la ciudad de Thessaloniki ¡Treinta mil Thessalonikianos marcharon espontáneamente en una protesta que echó a los gobernantes y oficiales del Gobierno (entre ellos al mismo Presidente de Grecia que salio de la tribuna) e impuso por primera vez en la historia la cancelación de un desfile militar en la ciudad, rodeando el contingente militar y tomando el mando de la ceremonia, borrando cualquier rastro de la clase dirigente en ella!
Los comentaristas en los medios de comunicación burgueses y los apologistas del Gobierno, desde primera hora de la mañana, montaron una campaña provocativa e hipócrita de difamación de la expresión espontánea de la cólera popular, denunciándola como un acto de falta de respeto hacia la nación y sus instituciones, en particular quejándose de la expulsión del Presidente de Grecia del desfile en Thessaloniki, como un gesto » de ataque contra la democracia». Para estos caballeros con corbata y trajes de chaqueta; y damas con vestidos caros, «el respeto a la democracia» quiere decir la subyugación tranquila de las masas a los apetitos de un puñado de usureros extranjeros y locales y respeto para sus representantes políticos, que disfrutan de privilegios y poder mientras la gente se hace más pobre.
Las masas furiosas expulsaron espontáneamente a los políticos de los desfiles y no vacilaron en llamarles «traidores». El hecho es que esta caracterización «de traidor» [en el sentido nacionalista de la palabra] es a menudo usado por muchos demagogos ultrapatrióticos y pequeños burgueses, de la extrema derecha y LAOS para describir a los sectores de la Izquierda. Definen como «nacionalistas» la clase de ataques sobre los trabajadores, y esto no debería distraernos de su verdadero significado. Este término está perfectamente justificado cuando es usado por la gente ordinaria. La verdad es que los políticos burgueses han convertido en una profesión el traicionar los intereses de los trabajadores, con todas sus armas como el fraude civil y la mentira desvergonzada.
Lo que hemos visto que ha ocurrido en las celebraciones de hoy 28 de octubre no era «la anarquía» o el caos, como sugieren los apologistas del Estado. Señala el desarrollo de un proceso progresista; el voto de no confianza espontáneo, repentino y masivo de las masas en los ladrones políticos que los han dominado durante décadas. Este proceso, de hecho, pone los cimientos para la edificacion de una conciencia revolucionaria.
Lo que reflejan elocuentemente los actuales acontecimientos históricos es la rápida transformación del enfado generalizado de la gente en una actitud revolucionaria, la cual ha profanado las figuras sagradas del regimen burgués y ha paralizado al capitalismo griego y a su aparato estatal efectuando una serie de huelgas generales o sectoriales duraderas; la ocupacion de ministerios y edificios claves del Gobierno y la transformacion de ceremonias estatales oficiales en manifestaciones de protestas de clase.
Las quejas de comentaristas «serios» referidas a las noticias de la tarde definiendolas como «el deslizamiento del país hacia el caos», «calles inseguras» o «la apertura de las puertas de infierno», es toda una expresion del terror de la clase dirigente ante las implicaciones revolucionarias que fluyen debido a la crisis de su sistema. Este miedo de la clase dirigente que se siente amenazada por la actitud revolucionaria que se ha desarrollado entre de la clase trabajadora y la juventud, se confirma en los arrebatos espontáneos contra esta rabia popular de una amplia gama de apologistas del capitalismo, por comentaristas de televisión, alcaldes de gobiernos locales y prefectos, el ND, LAOS, » la Alianza Pública» (el partido de la derechista Dora Bakoyianni) y – ah, qué sorpresa – la dirección supuestamente de izquierda de la » Izquierda democrática» (la reciente escisión que hubo en el Synaspismos hacia la derecha).
Bajo un estado delirante producido por el terror, los burgueses buscan de nuevo «provocadores» dentro de las filas de la Izquierda y, sobre todo, del SYRIZA [el frente electoral basado en el Synaspismos]. La verdad es que los líderes de la Izquierda, actuan como meros observadores de esta actitud revolucionaria creciente de las masas. En vez de intentar influir para dirigir la lucha política en la dirección del socialismo, simplemente se limitan a adular a las masas de una manera cobarde, porque saben que tarde o temprano pueden ser empujados violentamente al poder.
Esta es la prueba que demuestra que los líderes de izquierdas no se mueven hacia los límites de un presunto extremismo, como se les acusa de hacer por la clase dirigente, sino más bien se mueven en la dirección contraria, usando una vacía retórica anti-neoliberal que habla de algunas vagas vías al «socialismo» en algún futuro distante e indeterminado. No tienen una solución de poder visible para las masas y no desean desarrollar un programa de lucha revolucionaria capaz de aprovechar la actitud militante de los millones de personas decididas a luchar.
Pero los escépticos se preguntas si este es el momento adecuado para la revolución. ¡Los marxistas responden con un claro y alto SÍ! Las amplias masas de personas muestran que quieren luchar. Las 15 huelgas generales sucesivas de de los últimos dieciocho meses, la enorme ola de movilizaciones laborales militantes – especialmente la más reciente del 19-20 de octubre, la multitud de activistas que durante tanto tiempo sostuvieron las huelgas: trabajadores del sector público, combinado con el aumento creciente de militantes de los trabajadores de sector privado, el dinámico movimiento juvenil , el movimiento de masas en las plazas, la aparición de asambleas populares en docenas de vecindades, y hoy, con esta transformación milagrosa de militares que marchan en manifestaciones de protesta, todo demuestra una verdad innegable; la situación se hace revolucionaria.
Pero la revolución que está por nacer para triunfar requiere una dirección revolucionaria que pueda ofrecer un programa socialista y una perspectiva inmediata de poder, en vez de rezagamiento político y gestos de impotencia. De modo que la lucha por la creación de tal dirección es hoy el deber de cada luchador izquierdas sobre todo los militantes que pertenecen a los partidos de izquierdas, en los cuales ponen sus esperanzas los proletarios cada vez más rebeldes y muchos jóvenes: el conocido Partido Comunista y Synaspismos con sus aliados en SYRIZA. Sólo una izquierda popular unida alrededor de un programa socialista dará cabida al impetuoso afán revolucionario de la gente que paraliza el régimen burgués, que ha profanado los rituales del Estado y que ha extendido el terror en la clase dirigente.
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