Claveles rojos para un adiós. A 40 años de los sucesos de Montejurra
Estella-Lizarra, emblema del carlismo, es una ciudad de Navarra que no alcanza los 14 mil habitantes. Lo que aquí sucedió a partir de 1976, es muy ilustrativo de lo fue la llamada Transición.
Vitoria: 3 de Marzo de 1976. 40 años de impunidad
“Aunque los pasos toquen mil años este sitio, no borrarán la sangre de los que aquí cayeron”. Aquella mañana, limpia y fría, la huelga general era seguida de forma masiva. Nada hacía presagiar la hondura de la tragedia, ni nadie esperaba un crimen tan salvaje. Durante dos meses de huelga, seis mil trabajadores fuimos el ejemplo más concluyente de que la ruptura con el franquismo era posible.
1975-2015: A 40 años de la muerte de Franco ¿Qué lecciones debemos sacar?
El 20 de noviembre se cumplen 40 años de la muerte del dictador Francisco Franco. Dos días, más tarde, el 22 de noviembre se cumplen también 40 años de la coronación de Juan Carlos –elegido por Franco como su sucesor en 1969– y de la reinstauración de la monarquía borbónica. Ambos sucesos fueron el punto de partida de lo que la historia oficial decidió llamar “la transición a la democracia”. Ofrecer un análisis marxista, es decir, un análisis desde el punto de vista de los intereses generales de los trabajadores, que expliquen estos acontecimientos y la caída de la dictadura franquista, es fundamental en estos momentos, pues durante este último periodo toda una nueva generación de millones de jóvenes se ha incorporado a la vida activa de la sociedad sin haber tenido una experiencia directa de aquellos acontecimientos.
La Transición ¿Qué ocurrió realmente? Un análisis marxista
La aguda crisis del régimen político nacido en 1978 ha vuelto a fijar la atención general en la llamada Transición Democrática, el proceso que abarcó desde la muerte del dictador Franco en noviembre de 1975 hasta la histórica victoria del PSOE en las elecciones de octubre de 1982. Conscientes de su desprestigio, el régimen actual, la Monarquía y la clase dominante están tratando de recuperar la credibilidad y autoridad perdidas recurriendo a la tergiversación histórica más escandalosa. En este texto, hacemos un análisis marxista de aquellos acontecimientos donde tratamos de restaurar la verdad histórica desde el punto de vista de los verdaderos protagonistas que hicieron posible la caida de la dictadura y la conquista de las libertades democráticas que, a duras penas, seguimos manteniendo: los trabajadores y el movimiento obrero, el movimiento vecinal en los barrios y pueblos, la juventud, y la mujer trabajadora.
Recordando el 3 de marzo de 1976
Entrevista a Santiago Durán, víctima de la represión policial al desalojar la asamblea general que se celebraba en la iglesia de San Francisco, del barrio de Zaramaga en Vitoria.
El día 3 de Marzo se cumplen 38 años de la masacre causada por la policía franquista al reprimir brutalmente la lucha de los trabajadores de las principales empresas de la ciudad para conseguir mejorar los salarios y las condiciones de trabajo. La masacre culminó con 5 trabajadores asesinados y centenares de heridos, muchos de ellos de bala.
Santiago Carrillo (1915-2012): el hombre que traicionó dos revoluciones socialistas
El 19 de septiembre, España se despertó con la noticia de la muerte de Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista Español (PCE) en los años cruciales de 1960-82. Falleció a la edad de 97 años en su casa de Madrid. Generalmente, la muerte de un dirigente del movimiento obrero sólo hubiera obtenido una escueta cobertura de prensa y, quizás, algún comunicado oficial por parte de los sindicatos, de las secciones locales socialistas, comunistas, y demás. Pero esto fue completamente diferente.
La humanidad de Marcelino Camacho
Marcelino Camacho ha fallecido esta madrugada en Madrid a los 92 años. Hijo de un ferroviario de la UGT, Marcelino nació en 1918 en Osma La Rasa (Soria) y se afilió al Partido Comunista de España en 1935, en los tiempos en que nacía el Frente Popular. Fue uno de tantos miles de jóvenes antifascistas que sostuvieron a la República durante los tres años de la guerra civil y en marzo de 1939 tuvo que sufrir la ignominia de ser encarcelado en Madrid, como tantos comunistas, por la junta golpista del coronel Casado, que pactó la rendición de la capital.