Bolivia. La conclusión del conflicto del TIPNIS: manipulaciones, errores y la nueva agenda necesaria
El dialogo ha cerrado el conflicto pero ha abierto una fase nueva, de reflexión crítica sobre la conducción del proceso y un nuevo espacio de debate en que toda la militancia de un proceso herido pero todavía profundamente vital debemos intervenir participar.
La intangibilidad del TIPNIS
El pasado viernes, tras el triunfal ingreso de la marcha indígena en la ciudad de La Paz y algunos amagues de enfrentamientos entre la policía y diferentes sectores que pretendían sumarse a la vigilia instalada por los indígenas en la Plaza Murillo, Evo Morales convoca a una rueda de prensa anunciado que la carretera no pasará por el TIPNIS. Valiéndose de sus facultades constitucionales el Presidente decidió remitir a la Asamblea Legislativa Plurinacional la Ley corta que se había promulgado y que preveía la suspensión de la construcción del tramo II de la carretera hasta la realización de una consulta entre los pueblos indígenas del TIPNIS.
La ley era rechazada por los marchistas porque no se definía si la consulta era o no vinculante y además, decían, porque era ya demasiado tarde. El día de ayer una sesión parlamentaria extraordinaria promulgó una nueva Ley que declara explícitamente que ninguna carretera pasará por el TIPNIS y que en futuro se reglamentarán las áreas de exclusiva preservación del parque y las otras en las cuales será permitido a las comunidades aprovechar de los recursos del lugar.
En la sesión extraordinaria de ayer comenzaron a levantarse voces de diputados indígenas (como el diputado Eleuterio Guzmán) que protestaban por el definitivo desvió de la carretera, lamentando que así los indígenas del lugar perderían cualquier posibilidad de desarrollo, de salir de su condición de miseria. Hoy (martes 25) el matutino Cambio publicaba cartas de igual contenido de corregidores y habitantes del TIPNIS, además de una de las organizaciones indígenas del lugar, la CONISUR, ubicada en la zona sur del parque y más vinculadas a la penetración cocalera. Lamentan el desvió de la carretera, el hecho de no haber sido consultados y la inclusión en la ley del término “intangibilidad” – expresamente requerido por los marchistas – que, si mal reglamentado, impediría cualquier tipo de actividad en el TIPNIS que no sea la conservación, dañando la economía de subsistencia de las comunidades del lugar.
Estas declaraciones llegaban a destiempo. Las observaciones de Evo Morales a la Ley antes promulgada por la Asamblea Legislativa Plurinacional y la decisión de suspender definitivamente la construcción de la carretera en su tramo II ya no tenían nada a que ver con el TIPNIS. Respondían a la exigencia de remediar a una serie infinita de errores y manipulaciones, desactivando un conflicto al que, no cabe duda, en el gobierno se atribuye parte considerable del resultado insatisfactorio de las elecciones judiciales del pasado domingo 16 de octubre.
Manipulaciones de la derecha
La marcha por el TIPNIS nacía de reivindicaciones justas, como reconocido por el propio Presidente. Esta justa reivindicación, que apoyamos, no nos ha impedido de denunciar a cada paso los intentos de manipulación de una derecha improvisada ambientalista. El recibimiento triunfal de La Paz fue heterogéneo. Había un fuerte elemento de espontaneidad en los miles y miles de paceños que se volcaron a las calles para recibir a los indígenas y manifestarles su apoyo. Pero había en todo el recorrido de la marcha gente agitando afiches rojos y verdes en que estaba imprimido “Bienvenidos a La Paz”. El alcalde del MSM Revilla recibió a los marchistas en la cumbre de La Paz, acompañándolos incluso en la misa que fue celebrada en su honor en la Catedral, sentándose como monaguillo a lado del obispo y a favor de cámaras. Hubo marchas organizada contemporáneamente por exponentes de derecha en varias ciudades del país, en que el tema TIPNIS era agitado junto al de la supuesta ilegitimidad de las elecciones judiciales.
Desde la dirigencia de la marcha indígena se profirieron muchas palabras acusando al gobierno, lo cual es legítimo considerando que al gobierno eran dirigidas sus demandas. En un comunicado la CIDOB afirmaba su absoluta independencia de partidos de izquierda como de derecha. Sin embargo no se utilizó la misma firmeza para denunciar abiertamente los intentos de manipulación. Esto ha frenado la solidaridad de diferentes sectores, como por ejemplo los mineros que en las primeras semanas de marcha indígena incluso amenazaron una huelga emplazando al gobierno a buscar rápidas soluciones al conflicto y en cambio en los últimos días antes de la llegada a La Paz emitieron un pronunciamiento casi solo para denunciar los intentos manipuladores de UN y MSM.
¿Quién dirige el juego?
Y motiva a otros sectores a ver en la marcha un intento imperialista de buscar al indio que derrote al indio, como escribimos tras la represión del 25 de septiembre. Juan de la Cruz Villca, ex secretario ejecutivo de la CSUTCB, así expresaba el concepto en la edición de Cambio del 24/10/2011 “Como van las cosas, en este momento lo que podemos imaginarnos es que desde la oposición se está apuntando a las próximas elecciones generales, para ello desde luego necesitan promocionar un candidato que pueda enfrentar al hermano Evo Morales, pues no podrán hacerlo con un Q’ara, entonces es mejor otro indígena, por eso en esta marcha han sobresalido dos posibles candidatos: Pedro Nuni y Adolfo Chávez”.
La marcha indígena logrando acuerdos ha demostrado en los hechos que su interés no era prestarse al juego de quienes querían convulsionar al país. Pero afirmaciones de los dos aludidos, Nuni y Chávez, sobre la disponibilidad a ser candidatos presidente o sobre el hecho que una victoria del voto nulo y blanco en las elecciones judiciales fortalecía a la marcha, han dejado esta clase de susceptibilidades que no será tan fácil zanjar. Sin embargo a estas alturas nos parece que el punto sea otro.
No son Juan del Granado o Rubén Costas ni los sectores burgueses y pro capitalistas que ellos representan los que tienen el apoyo de los 2/3 del pueblo trabajador, campesino e indígena boliviano. Ellos hacen su trabajo de oposición, pero es el MAS, su militancia y Evo Morales que pueden abrirles espacio con errores y vacilaciones, o pueden cortárselo definitivamente rompiendo con las compatibilidades con el capitalismo que no permiten atender las demandas sociales. Esta es la cuestión. Si alguien, como seguramente habrá, piensa de solucionar el tema comenzando a trabajar para voltearle como se dice a Chávez y Nuni, sumariamos un error más a la lista.
Errores del gobierno
Como decíamos hubo quienes, como los mineros, exigían que el propio Evo Morales instalase un diálogo directo con la marcha indígena. Varios ministros salieron afirmando que el Presidente no puede correr detrás de cualquier marcha. Habría que preguntarse si estaban defendiendo a la autoridad del Estado, que ya de por sí es un error, o la propia. Que no tienen. No hay un solo ministro que no sea cuestionado por sindicatos y organizaciones sociales, inclusive las más afines al oficialismo. La CSUTCB en un comunicado después de la brutal represión policiaca del 25 de septiembre exigía la renuncia de una serie de ministros, con nombre y apellido. En el articulo antes citado de la Cruz Villca afirmaba “¿Tipnis? ¿No son acaso los errores permanentes de los ministros del Gobierno? Esta realidad ya no se puede ocultar a los ojos del pueblo”.
Otro error sería limitar el análisis de este conflicto a su errónea “gestión”. Se podía evitar de enfrentar a esta marcha como si fuese una amenaza, se podía dialogar más antes, se podía decir más antes que se suspendía la carretera, se podían evitar de alimentar un clima de confrontación inútil como se hizo en Yucumo, se podía evitar la represión etc. Todas cosas muy correctas en sí que pero no explican como pasamos de un gasolinazo a una huelga de la COB y de una huelga de trabajadores al conflicto por el TIPNIS y de este al próximo. ¿Cuál es la fuerza material del llamado “entorno palaciego” de Evo Morales?
No hay plata para cumplir con el 2% más de incremento salarial que fue acordado con los trabajadores en mayo. Pero los bancos privados han multiplicado por 30 sus ganancias, las multinacionales ganan incluso más que antes de la nacionalización por efecto del aumento de precios de las materias primas a nivel mundial. Tenemos problemas de desabastecimiento, falta tierra y se generan conflictos por la tierra. Pero sigue existiendo el latifundio que sigue produciendo orientado a las exportaciones utilizando chaqueo. La inflación devora bonos y otras medidas sociales. Sigue existiendo desigualdad y de la desigualdad nacen los conflictos. Por otro lado si de las inversiones de multinacionales, bancos privados, empresarios nacionales y terrateniente sigue dependiendo la economía, las inversiones productivas y la soberanía alimentaria, será siempre más “pragmático” apoyar a estos sectores antes de satisfacer las demandas sociales.
La nueva Agenda
Como escribíamos haciendo un balance de las elecciones judiciales la revolución demuestra, incluso en este momento de dificultad, que mantiene una reserva de apoyo importante. La victoria de votos validos en El Alto, en Huanuni, en gran parte de las áreas rurales y el buen resultado de votos validos en barrios netamente obreros y populares de Santa Cruz de la Sierra, demuestra quienes son los verdaderos aliados de la revolución. El muy alto porcentaje de votos blancos y abstenciones demuestra que hay un sector amplio de la población que requiere cambios profundos, manifiesta su malestar con el gobierno pero no quiere confundir su posición con la posición de la derecha.
En la multitudinaria marcha del 12 de octubre Evo Morales convocó a todos los movimientos sociales “a la cabeza de la COB, de campesinos e indígenas” a redactar una nueva Agenda, como la Agenda de Octubre, en la que basar el accionar del gobierno. El proceso necesita de redefinir sus objetivos, es cierto, y necesita también recuperar la militancia activa de todos los sectores de cuya lucha nace. La Agenda de Octubre no se ha agotado, las multinacionales siguen en el país, la industrialización es muy débil. El Estado-nación, el Estado burgués en que se monopolizan las decisiones, el uso de la violencia y que responde en última instancia a los intereses económicos de banqueros, terratenientes, empresarios y multinacionales, este Estado sigue en pie.
La nueva Agenda a la que convoca Evo Morales no debe ser construida en concentraciones donde unos cuantos asuman las decisiones finales. Sino en cada aldea, barrio popular, fábrica, mina. Debe basarse no en la “redistribución” de la riqueza sino en la definitiva apropiación de la riqueza por parte de trabajadores, campesinos, indígenas y pueblo pobre y en beneficio de las mayorías. Expropiando y nacionalizando bancos, minas, tierra y fabricas. Su ejecución material no puede ser confiada a funcionarios que, sean o no expresión de movimientos sociales, acaban por monopolizar el poder, cumplir con leyes que defienden la gran propiedad privada, se manchan con la corrupción y en fin se divorcian de sus mismas organizaciones.
Los trabajadores, los campesinos, los pueblos indígenas de manera directa, sin las trampas de la democracia representativa, debemos ser quienes decidamos directamente. La nueva Agenda y el nuevo ímpetu del proceso deben repartir de aquellas palabras pronunciadas por Evo Morales tras la victoria electoral de 2009; “hay que acelerar con las transformaciones y proclamar el socialismo”.
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